En la plaza de las Biedmas no cabía ni un alfiler para ver la salida de Viñeros. En calle Carretería hubo momentos de gran emoción.Había expectación y varias filas de personas ocuparon las aceras de la calle Carretería para contemplar el paso de la procesión de una hermandad con personalidad propia y definida. A la hora prevista, las 17.30, comenzaron a asomar por la esquina de la calle Andrés Pérez los cerca de sesenta capirotes color vino tinto de la sección del Nazareno que enfilaron hacia Carretería a los sones de la banda El Paso de Riogordo, que abría el cortejo.
En el mismo instante en el que la cruz guía se posó ante la entrada de la calle Biedmas, se abrieron las puertas de la casa hermandad, ante los aplausos del público congregado en la plaza. El Nazareno de Viñeros salió muy lentamente, y casi un cuarto de hora después, enfiló la estrecha calle Biedmas mientras la agrupación musical de la propia hermandad, San Lorenzo Mártir, tocaba el trío de 'Alma de Dios'.
En el mismo instante en el que la cruz guía se posó ante la entrada de la calle Biedmas, se abrieron las puertas de la casa hermandad, ante los aplausos del público congregado en la plaza. El Nazareno de Viñeros salió muy lentamente, y casi un cuarto de hora después, enfiló la estrecha calle Biedmas mientras la agrupación musical de la propia hermandad, San Lorenzo Mártir, tocaba el trío de 'Alma de Dios'.
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