Ariadna vive en Creta deseando escapar de la tutela de su padre, el rey Minos. Afrodita –diosa del amor- entrega un ovillo a la joven para que le ayude a su futuro amante y pueda huir con él.
Ariadna se enamora de Teseo -hijo del rey de Atenas- que ha llegado con el propósito de ofrecer su vida a cambio de acabar con el tributo que paga su pueblo a Minos: el sacrificio periódico en el de una docena de jóvenes atenienses en el Laberinto. Ariadna entrega a Teseo el ovillo para que entre en éste y acabe con el Minotauro -mitad hombre, mitad toro, engendrado por la madre de Ariadnaque vive allí encerrado y se alimenta de la sangre de los jóvenes. Teseo y Ariadna huyen a la Isla de Naxos. Mientras ella duerme, aparece Dionisos, el dios; se “encapricha” con ella y obliga a Teseo a marcharse. Ariadna despierta y se encuentra abandonada en una isla deshabitada. Descubre la maniobra de Dionisos y lo rechaza, pese a que éste le ofrece convertirse en diosa. Insumisa y lúcida prefiere morir que vivir sometida al dios por toda la eternidad. El epílogo concluye con la metáfora de que la historia de Ariadna se refleja en la Humanidad.
Ariadna Coproducción de CAT y Atalaya
sobre la dramaturgia y versión rítmica de Carlos Iniesta a partir de textos de Marina Tsvietáieva, F. Nietzsche, Ovidio, H. von Hofmannstahl, Catulo y David Pujante.
Ariadna se enamora de Teseo -hijo del rey de Atenas- que ha llegado con el propósito de ofrecer su vida a cambio de acabar con el tributo que paga su pueblo a Minos: el sacrificio periódico en el de una docena de jóvenes atenienses en el Laberinto. Ariadna entrega a Teseo el ovillo para que entre en éste y acabe con el Minotauro -mitad hombre, mitad toro, engendrado por la madre de Ariadnaque vive allí encerrado y se alimenta de la sangre de los jóvenes. Teseo y Ariadna huyen a la Isla de Naxos. Mientras ella duerme, aparece Dionisos, el dios; se “encapricha” con ella y obliga a Teseo a marcharse. Ariadna despierta y se encuentra abandonada en una isla deshabitada. Descubre la maniobra de Dionisos y lo rechaza, pese a que éste le ofrece convertirse en diosa. Insumisa y lúcida prefiere morir que vivir sometida al dios por toda la eternidad. El epílogo concluye con la metáfora de que la historia de Ariadna se refleja en la Humanidad.
Ariadna Coproducción de CAT y Atalaya
sobre la dramaturgia y versión rítmica de Carlos Iniesta a partir de textos de Marina Tsvietáieva, F. Nietzsche, Ovidio, H. von Hofmannstahl, Catulo y David Pujante.
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